viernes, 20 de abril de 2012

¿QUÉ ES LA NEUROPSICOLOGÍA Y QUÉ TRASTORNOS TRATA?

La neuropsicología es la ciencia que estudia cómo se relacionan nuestro comportamiento y nuestro cerebro; nos ayuda a saber qué zonas del cerebro controlan las conductas que realizamos. Por ejemplo, sabemos que la personalidad o nuestra forma de relacionarnos con los demás viene regulada por la parte frontal del cerebro, que la percepción visual se controla desde la parte posterior o que, por ejemplo, cuando hablamos, se activa la parte lateral izquierda, especialmente. Nuestras emociones se encuentran en núcleos que se encuentran en la parte profunda de nuestro cerebro. 
Esta información es muy útil, ya que, cuando se altera el comportamiento de una persona fruto de una condición cerebral, dependiendo de qué forma de su conducta se vea alterada, podemos saber dónde se localiza el daño aproximadamente. Esto nos va a permitir ser mucho más precisos en el diagnóstico y en el tratamiento del problema.

Los neuropsicólogos intervenimos, especialmente, cuando el médico tiene la sospecha de que la función cerebral de una persona pueda estar afectada por presentar un trastorno neurológico o psiquiátrico, como por ejemplo, un infarto cerebral, una demencia tipo Enfermedad de Alzheimer, una Esclerosis Múltiple o personas con problemas de depresión o esquizofrenia.

Las investigaciones recientes apuntan a que otro tipo de enfermedades (diabetes, cáncer) también podrían producir alteraciones de las funciones del cerebro.

¿Por qué y para qué intervenimos los neuropsicólogos? Por tres motivos posibles:

  • Para aportar información y facilitar el diagnóstico.
  • Para diseñar programas de rehabilitación o estimulación de las funciones cerebrales.
  • Para ver cómo está evolucionando la función cerebral de la persona afectada.


¿Cómo intervenimos?

En primer lugar, hacemos una valoración de las funciones cerebrales; esta valoración se realiza a partir de pruebas específicas de memoria, atención, lenguaje, orientación y reconocimiento visual, de las diferentes funciones. Los resultados que se obtienen, es decir, el conjunto de las funciones que aparecen dañadas y las que se conservan, se relacionan con el problema que explica la persona y de esta forma se facilita el diagnóstico.
Además, si es necesario, esta información permite elaborar un programa de rehabilitación o estimulación cognitiva de las funciones del cerebro. El programa consiste en la realización de actividades organizadas y diseñadas para estimular la función que se ha visto afectada, ya sea por una lesión localizada (infarto cerebral) o por una lesión cerebral difusa (demencia).
Los programas de estimulación cognitiva también se llevan a cabo en personas sanas con el fin de prevenir la aparición de problemas de memoria, de atención, en el lenguaje…que podrían venir asociados a la edad. Estos programas se pueden hacer en grupo, con otras personas que tengan una afectación parecida, o individualmente.

El neuropsicólogo también debe encargarse de observar cómo evoluciona el problema; para ello, realiza nuevas exploraciones neuropsicológicas a lo largo del tiempo, que le permitan ir comparando los resultados y así ver si la persona mejora, se estabiliza o empeora (y a qué ritmo) y adaptar el programa de estimulación, así como aportar datos al médico que le ayuden en el manejo del problema.


En nuestro cerebro la información fluye a partir de actividad eléctrica. Cuando se produce un daño en él, tal actividad cesa o disminuye y con ello falla la función que regula. Es necesario estimular la actividad cerebral para reinstaurar la actividad cerebral en tal zona o evitar que siga disminuyendo. Cuando sufrimos una enfermedad que puede alterar nuestra cognición es importantísimo seguir un programa de estimulación; estimular la actividad cerebral no debe ser algo único en personas con una alteración médica. Se ha comprobado que las personas sin daño cerebral que siguen programas de estimulación  cognitiva se mantienen mentalmente sanas y más activas durante más tiempo, y que realizar estos programas es un factor de protección para prevenir la aparición de fallos de la función cerebral. Además, los programas de estimulación cerebral aportan otros beneficios a las personas que los siguen: mejora el ánimo, mejora del tono vital, mejora de la autoestima y de la capacidad para relacionarse con los demás, especialmente si se realiza en grupo.

Así que, ¿te animas a entrenar tu cerebro? ¿quieres mantenerlo activo, sano y estimulado? Ponte en contacto con nosotros y prepararemos juntos un plan que se ajuste a tus necesidades.

Si estás preocupado o preocupada porque a veces te despistas, no te acuerdas de algunas cosas, olvidas algunos nombres, consúltanos cuando quieras, valoraremos a qué son debidas tus dificultades y te ayudaremos a manejarlas.


 Para más información:
CENTRO ITAE 
T 902 100 006 
E info@centreitae.com
W http://www.centreitae.com

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