En la sociedad occidental actual es cada vez más frecuente encontrar nuevos tipos de parejas: ciberparejas, segundos matrimonios, relaciones a distancia, amigos con “derecho a roce”,… o parejas abiertas.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de relaciones de parejas abiertas? Podríamos definir el término como una relación formal y estable entre dos personas, las cuales por consentimiento mutuo, mantienen relaciones sexuales al mismo tiempo, con otras personas. Muchas veces, confundimos este concepto con la poligamia y con la infidelidad (si bien podemos hablar de conceptos conectados, en la práctica no tienen nada que ver).
En las relaciones abiertas no existe infidelidad, ya que tras unas reglas consensuadas, los dos miembros de la pareja acceden a mantener relaciones sexuales con otras personas. Tampoco podríamos hablar de poligamia, dado que no se trata de tener varias relaciones de pareja paralelas, sino de varias relaciones sexuales secundarias en torno a una principal, la cual posee la exclusividad afectiva. Es importante también tener en cuenta que son los dos miembros de cada “pareja abierta” los que definen y delimitan la idiosincrasia de la misma.
Aunque a priori pueda parecer que esta libertad pactada en las relaciones de pareja sea la garantía del éxito de la misma, no siempre es así, dado que es muy habitual que aparezcan los celos y la rivalidad.
Actualmente, las encuestas españolas han revelado que el 22% de las mujeres y el 15% de los hombres estarían de acuerdo con mantener una relación de pareja abierta.
Otro dato curioso es que la red social Facebook ha añadido la opción “en una relación abierta” en el abanico de posibilidades que ofrece a sus usuarios para definir su estado sentimental. Y más curiosos resultan los resultados de sus estudios, que indican que mantener una relación abierta parece ser un verdadero problema, ya que la positividad mostrada entre las personas con esta condición es incluso más baja que la de las personas que seleccionaron la opción “viudos/as” o "en una relación complicada", y mucho peor que la de los que indican estar “solteros/as”.
¿Qué ventajas y desventajas tienen las relaciones abiertas? El beneficio principal que se obtiene con una relación abierta es el hecho de poder disfrutar de la variedad en las relaciones sexuales de una manera natural y segura, sin sentimientos de amenaza; lo cual, asimismo, evita que nos sintamos atados a una sola persona, de la que además no querríamos separarnos. Una de las desventajas derivadas de este tipo de parejas es correr el riesgo de involucrarse demasiado en una de las relaciones secundarias, pudiendo acabar enamorándonos, lo cual desestabilizaría la relación con la pareja principal y podría suponer la separación. Otra de las desventajas derivada de las relaciones de pareja abiertas, es la posible aparición de los celos cuando hay un desequilibrio entre las relaciones que mantiene cada miembro, es decir, es muy posible que nos sintamos celosos si nuestra pareja disfruta de más relaciones secundarias que nosotros.
Una manera de evitar problemas y de facilitar la búsqueda de relaciones es acudir a locales especializados que abren la puerta a este tipo de contactos, sobretodo porque evitaremos preocuparnos por la selección de la tercera persona, ya que la gente que se encuentra en estos locales conoce y comparte este tipo de actividad sexual.
Mantener una relación abierta puede resultar una opción muy adecuada en los tiempos que corren, pero no es tan fácil como puede parecer. Es muy importante que los dos miembros de la pareja se sientan seguros con esta opción y negocien bien las normas, con el objetivo de evitar posibles conflictos posteriores. La condición básica para llevar a cabo este tipo de relación sin que se genere malestar entre los miembros de la pareja, aunque no siempre es una garantía, es la honestidad y la comunicación abierta y sincera entre todas las partes involucradas.
Para consultas:
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Unidad especializada en relaciones de pareja
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