jueves, 21 de febrero de 2013

Bomberos: trabajar bajo constante presión psicológica

Un parque de Bomberos con intensa actividad diaria, en el centro de Barcelona. Un bombero anónimo nos concede una entrevista.
  1. ¿Desde cuándo te dedicas a esta profesión?

    Soy bombero desde el año 2008, siendo uno de los más jóvenes del parque donde trabajo.

  2. Qué tipo de intervenciones realizáis?

    De todo tipo: salvamentos (abrir puertas, ascensores, rescatar animales de todo tipos, accidentes de tráfico, ahogos en el puerto o en la playa, caídas de coches en muelles, colaboraciones con instituciones), asistencias técnicas urgentes (escape de gas, reconocimiento de olores sospechosos, reconocimiento de fachadas por desprendimiento, saneamiento de árboles, farolas, o marquesinas), incendios (en la vía pública de contenedores, coches, trenes, metros, árboles, fuegos de bosque, fuegos urbanos, y fuegos de industria). Es un trabajo extremadamente variado, y el bombero tiene que estar preparado para dicha diversidad.

  3. En todo este tiempo, crees que tu vida ha estado en peligro? Te afecta pensar algo así?

    Hay muchas situaciones que recuerdo en las que he estado en peligro. Recuerdo la primera, en la que aún no trabajaba, sino que era bombero voluntario y estábamos apagando un fuego en el bosque, nos cayó el agua desde el avión y casi perdí el conocimiento.

    El tener una profesión como esta me ha marcado en cómo ahora valoro mi vida, ya que intento disfrutar del presente, ya que hoy estoy aquí, pero puede que en la próxima guardia deje de estar.

  4. A nivel psicológico, cómo crees que os puede afectar vuestra profesión?

    Personalmente, nunca he tenido la necesidad de acudir a un psicólogo, pero sí creo que este trabajo afecta a mi personalidad, ya que me ha endurecido el carácter en mi vida personal, soy más agresivo en mis respuestas, y puedo estar más irritable. Aunque a mi no me pase, creo que si eres bombero, sí hay más riesgo de padecer más ansiedad, depresión, alcoholismo, etc.

  5. Cuál crees que es el motivo?

    La naturaleza de nuestro trabajo es difícil porque estamos en contacto constantemente con el sufrimiento y la muerte, y eso supone mucha presión psicológica, que durante el servicio no aparece, pero puede influir posteriormente.

    Por otra parte, aunque no lo parezca, un factor que perjudica al bombero y que puede fomentar problemas psicológicos son los horarios, ya que actualmente en Barcelona hacemos 24 horas de guardia y 96 horas (4 días) de fiesta; en cambio, antes se trabajaban menos horas seguidas pero más días seguidos, y el bombero notaba más el estrés, y se llegaba antes al agotamiento psicológico.

  6. Suponía más estrés, a pesar de trabajar menos horas seguidas?

    Sí, por la carga emocional y psicológica que soportas durante toda la guardia. Aunque estés comiendo, hablando, viendo la TV, o intentando descansar, mantienes una alerta constante, que hace que no estés del todo tranquilo. Yo personalmente, cuando acabo la guardia estoy agotado físicamente, pero es por la presión psicológica sostenida durante 24 horas. Antes eran menos horas, pero más días seguidos, y era imposible recuperarse de un día para otro.

  7. Háblame un poco de esa presión psicológica.

    Personalmente, parte de esa presión me empieza el día de antes, ya que evito tomar cafeína, no me puedo dormir, me pongo 2 despertadores para evitar llegar tarde, y los compruebo varias veces. El día de la guardia, llego antes al trabajo (lo hacemos todos los bomberos por una cuestión de compañerismo con los que están acabando su servicio) y al entrar en el parque ya siento la primera inyección de adrenalina, sólo por entrar y oler el ambiente. Es el olor del humo en los trajes, en los vehículos…a pesar de que no siempre hay incendios.Durante todo el día, sea lo que sea lo que estemos haciendo, si suena la alarma y escuchas las indicaciones del altavoz que avisa del incidente, es un nuevo “chute” de adrenalina…pero incluso, fuera de esos momentos, la alerta ya no vuelve a cero en toda la guardia.

  8. Existe alguna unidad de atención psicológica para los bomberos para estos casos de estrés que pueden acabar sufriendo alguna psicopatología? Qué tipo de atención recibís?

    En Barcelona tenemos el Plan PRE-B, que es una unida de atención psicológica, a la que se puede acudir de manera anónima, y en la que atienden cualquier problema de tipo psicológico que presente el bombero, o incluso su familia. El tipo de atención? A demanda. Vas si lo necesitas y das el paso de pedir ayuda.

  9. No hay ningún tipo de valoración periódica a nivel psicológico, como pueden existir las revisiones médicas?

    No la hay. Sólo accedes al Plan PRE-B si llamas tú.

  10. Crees que serían necesarias dichas valoraciones periódicas?

    El examen médico anual es voluntario. Creo que también podría haber alguna valoración anual a nivel psicológico, siempre que sea voluntario, por una cuestión de intimidad.

  11. Cómo crees que afecta al bombero presenciar situaciones traumáticas, como puede ser ver morir a alguien o tener que consolar a algún familiar de un recién fallecido?

    Para el bombero el “trauma” forma parte de la rutina, estamos en constante contacto.

    Es adaptarse o morir. Ayuda mucho el traje de bombero, que funciona como “pantalla protectora”, ya que te da cierta distancia emocional. Si no estoy de guardia, y por ejemplo presencio un ataque cardíaco no reacciono de la misma manera que si estoy de servicio y llego con el uniforme. Fuera de la guardia no estás tan preparado para reaccionar y actuar.

  12. Alguna vez te ha afectado alguna intervención especialmente?

    Hay muchas intervenciones que recuerdo como especialmente duras, pero las he interiorizado como parte de la rutina, y realmente me sorprende cómo he sido capaz de hacer algo tan duro, y después seguir con el día como si nada.
  13. Me puedes poner un ejemplo?

    Sí, recuerdo mi primer precipitado en el metro, en el que fuimos a recoger el cuerpo, que estaba descuartizado. Cuando acabamos, nos fuimos al parque a desayunar, como si nada, como si no nos afectara. Ahora al contártelo me inquieto un poco, pero lo tengo interiorizado como algo normal. Hay muchos ejemplos de este tipo. Lo que es cierto es que muchos no los olvidas. Voy por Barcelona, y si paso por algún portal, edificio, carretera, etc. puedo recordar qué pasó allí y qué intervención realicé.

  14. Crees que hay alguna variable psicológica que influye positivamente en cómo llevar a cabo tu trabajo?

    Sí, es algo complicado de explicar. Yo como bombero me siento cada día igual de preparado para llevar a cabo mi trabajo, pero hay días en los que me siento más motivado, y ello siempre va unido a una sensación subjetiva de “capacidad”, pero no se identificar de qué depende.

  15. Cómo crees que afecta la formación técnica o la preparación física en la preparación psicológica para llevar a cabo tu trabajo?

    La formación técnica y la preparación física son esenciales para poder atender a una víctima a nivel psicológico, porque te dan seguridad. Desde mi punto de vista, la preparación física es importante, pero no tanto como la técnica, por eso nos entrenamos a todos los niveles cada día.

  16. Imagina que yo no fuera psicóloga. Cómo me explicarías en qué consisten los primeros auxilios psicológicos cuando llegáis a un escenario?

    El nombre ya es significativo. Haría un paralelismo con los “primeros auxilios médicos”: es la primera actuación de choque que realiza el bombero al llegar a un escenario, con una víctima normalmente en shock, y supone ayudar a esa víctima a sobrellevar la situación traumática junto al bombero de la mejor manera posible.

  17. Qué tipo de formación recibís de cómo llevar a cabo estos Primeros Auxilios Psicológicos?

    Antes no se recibía ningún tipo de formación al respecto, pero a las nuevas generaciones sí nos forman. Aún así, la formación la llevan a cabo psicólogos, y desde mi punto de vista, la tendrían que llevar a cabo bomberos.  Recuerdo que la pauta que nos enseñaron era extrema empatía con la víctima, y como bombero creo que puedo apoyar y animar, pero siempre desde una cierta distancia, que es la que te permite el traje. Es la manera de que este trabajo no te afecte a nivel personal.

  18. Crees que es “tabú” entre compañeros admitir que os ha afectado algún servicio? 

    Yo personalmente reconozco que en según qué situaciones tengo miedo. Creo que en general la gente es honesta y puede reconocer este miedo, pero después de la situación. En pleno rescate no se admite nunca.

  19. En vuestro trabajo existe el concepto de “Estrés Escénico”. De qué se trata? 

    Es el gran miedo, sobre todo de los novatos. Es el miedo a que tu actuación no sea correcta ante tus compañeros. A veces te importa más el quedar mal ante ellos por una mala actuación, que tu propia seguridad.

  20. Cómo le haces frente?

    Enfrentando y asumiendo retos en cada guardia.

  21. Hablando del miedo a quedar mal ante los compañeros, en un trabajo como el tuyo, el compañerismo debe ser importante?

    Es esencial. Es un trabajo que no se entiende sin compañerismo, tanto de servicio como en las tareas más cotidianas. En muchas ocasiones, mi vida depende de mis compañeros.

  22. Crees que os influye negativamente en vuestra salud psicológica no aceptar que un suceso os ha afectado?

    Sí, por supuesto. Siempre hay algún servicio que te puede afectar y hay gente que lo niega. También he aprendido que cada persona lo vive de una manera diferente. Hay situaciones por el trabajo que te curten a nivel sentimental, y las asumes con gran naturalidad, y tienes facilidad para evadirte de ese servicio. Te endurece el carácter, pero eso te repercute negativamente en tu vida personal.


    Creo que en servicios destacados, por ejemplo si en Barcelona hubiera un 11-M, todos los bomberos, lo reconocieran o no, acabarían afectados, y ello acabaría teniendo efectos psicológicos.
Gracias a esta entrevista, hemos podido comprobar que en los bomberos, la exposición a emociones fuertes, se ve intensificada por las condiciones especiales en la que realizan su labor, ver a personas sufrir y el tener que trabajar en situaciones en donde existe el riesgo de amenaza física real para ellos mismos, implica grandes demandas físicas y psicológicas que ponen a prueba la resistencia, el coraje y las capacidades técnicas de estas personas.
Dependiendo del tipo, duración, intensidad y magnitud de la emergencia generadora de estrés, el bombero se convierte en “víctima” de lo que percibe durante la atención del acontecimiento traumático. Son muchos los autores que hablan de los bomberos como las víctimas ocultas, ya que la visión de los cuerpos mutilados, el dolor y el sufrimiento de las víctimas y sus familiares, hace que estén expuestos a sufrir una gran carga emocional, convirtiéndose en “víctimas potenciales”. La afectación que sufre el bombero tiende a pasar desapercibida, en parte por su propia resistencia a aceptar que ellos también son vulnerables. En definitiva, aunque el bombero sea un profesional que “convive” cotidianamente con el drama, no parece que tenga mecanismos de defensa especiales para no ser afectados, sino que parece que muchos de estos acontecimientos traumáticos les rebasan, causándole una serie de trastornos y malestares psicológicos.
En definitiva, los bomberos están expuestos a sufrir secuelas psicológicas, de diferente tipología e intensidad. Algunas de estas afectaciones son:

TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT):
Es un trastorno psicológico clasificado dentro del grupo de los trastornos de ansiedad, tras la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que ha supuesto daño físico o amenaza para la vida del individuo. Se caracteriza por la aparición de los siguientes síntomas:
  • Síntomas de Reexperimentación: recuerdos recurrentes del acontecimiento traumático, pesadillas, flashbacks de lo ocurrido, malestar psicológico al exponerse a estímulos que recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático, y respuestas fisiológicas de ansiedad al exponerse a dichos estímulos.
  • Evitación persistente de estímulos relacionados con el trauma: se evitan pensamientos, sentimientos o conversaciones que le recuerden lo sucedido, evitar el lugar donde sucedió o a las personas que estaban presentes; dificultad para recordar alguna parte del acontecimiento, distanciamiento emocional con las personas de su entorno, o sensación de desesperanza con respecto al futuro.
  • Síntomas persistentes de aumento de la activación: insomnio, irritabilidad, ataques de ira, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, sobresaltos, y aumento de síntomas físicos (palpitaciones, hiperventilación, tensión muscular, etc).

SÍNDROME DEL AGOTAMIENTO:
Estado de desgaste, irritabilidad y fatiga que va progresando en la persona de manera encubierta e imperceptible y disminuye de manera notable la eficacia y la capacidad del trabajador. En este síndrome se manifiestan 4 dimensiones que pueden interferir tanto en la labor de la profesión de manera inmediata, como posteriormente en el retorno a la rutina laboral y familiar:
  • Dimensión Cognitiva: confusión mental, lentitud de pensamientos, incapacidad para emitir juicios y tomar decisiones, pérdida de objetividad al evaluar el propio funcionamiento.
  • Dimensión Psicológica: depresión, irritabilidad, ansiedad, agitación, descontrol de la ira.
  • Dimensión Somática: agotamiento físico, pérdida de energía, dificultades digestivas, trastornos de alimentación, y del sueño, temblores.
  • Dimensión Conductual: hiperactividad, fatiga excesiva, incapacidad de expresarse verbalmente o por escrito.

FATIGA POR COMPASIÓN:
Estado experimentado por los que ayudan y en el que se produce una extrema tensión y preocupación con el sufrimiento de aquellos a los que se les ayuda, hasta el grado de que es traumatizante para el que facilita la ayuda.

TRAUMA VICARIO:
El bombero incorpora en su propia memoria las historias dolorosas de las personas que ha atendido, generándole un malestar psicológico.
Por lo expuesto, parece evidente que el cuerpo de bomberos o cualquier sector que reciba un grado de presión psicológica tan intensa durante la realización de su trabajo, debería recibir constante atención psicológica, tanto a nivel terapéutico, como a nivel preventivo, no sólo para salvaguardar el bienestar emocional y la calidad de vida de estos profesionales, sino porque el estado de su salud psicológica puede incidir directamente en su actuación en cada servicio.
Para el tratamiento y la prevención de la salud psicológica de los bomberos se pueden trabajar las habilidades y herramientas para el manejo del estrés, y de las situaciones traumáticas:
  • Desensibilización y procesamiento del trauma.
  • Técnicas de Relajación.
  • Anclajes (autorregulación).
  • Inoculación al estrés.
Así mismo, en relación a las víctimas, es esencial que estos especialistas reciban una formación adecuada de cómo llevar a cabo los primeros auxilios psicológicos, ya que de ello depende cómo la víctima haga frente y gestione la situación de rescate. Es decir, en las manos del bombero no solo está la supervivencia física de la víctima, sino también el facilitar o no la movilización por parte de esa víctima de sus recursos naturales para gestionar el miedo o la incomprensión de la situación traumática de la que es protagonista.
En relación a los Primeros Auxilios Psicológicos, la formación que reciben los bomberos debería dirigirse a llevar a cabo las siguientes pautas con una víctima, al llegar a un escenario:
  • Empatía: establecer buena comunicación, preguntarle su nombre y llamarle por él. Hacerle comprender que sabemos cómo se siente.
  • Seguridad: dar a la víctima confianza, pero no mentir o dar falsas esperanzas.
  • Afecto: el contacto humano es vital, poniendo la mano en su hombro, o cuidando el tono de voz.
  • No hacer juicios de valor, evitar actitudes paternalistas, o interrogar sobre lo ocurrido.
  • Evitar el humor.
  • Evitar comentarios y gesticular acerca del horror de la situación.
Si realizas algún trabajo en el que recibes tanta presión psicológica, y te has sentido identificad@, comparte tu experiencia con nosotros. Después de leer esta entrevista, crees que podrías necesitar ayuda porque últimamente te notas más ansioso, triste o irritable de lo habitual? No dudes en ponerte en contacto con un profesional especializado en el tema. La mejor opción es acudir a un especialista de la psicología de orientación cognitiva-conductual. Así mismo, cuando se trata de problemas psicológicos relacionados con la vivencia de algún acontecimiento traumático, es indispensable trabajar con un psicólogo con formación específica para el procesamiento del trauma (EMDR).


Para más información: CENTRO ITAE
T 902 100 006 
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photo credit: icopythat via photopin cc

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