Ester llevaba infinidad de horas de estudio a sus espaldas; sacarse la licenciatura en ingeniería le había costado muchísimo esfuerzo, pero lo logró y con muy buenas notas. Tras la ilusión inicial de recibir su tan esperado título (por fin era ingeniera!), hacía ya unas semanas que había empezado a buscar trabajo. Las semanas se transformaron en meses, y de los meses pasó al año. Ester se planteó expandir sus horizontes y buscar oportunidades laborales fuera. Eso enriquecería su currículum y sería una muy buena experiencia a varios niveles. Pensó que con su titulación, en un país con más trabajo, las cosas serían menos difíciles. Después de despedirse de su familia y amigos, llegó a su destino. Tras la excitación inicial, se encontró con una dura realidad. No hablaba bien el idioma del lugar y sentía que los demás no la tomaban tan en serio como en casa; se sentía sola, pues no había nadie de su círculo allí. Hizo varias entrevistas de trabajo en las que se sintió muy incómoda porque su licenciatura en ingeniería, que tanto reconocimiento tenía en su lugar de origen, allí era cuestionada; sus entrevistadores desconfiaban de que la licenciatura de su país de origen fuera “igual de buena” que la suya, y pedían pasar exámenes que certificaran conocimientos. La autoestima de Ester iba bajando, pues todo aquello que era valorado en su casa, no lo era tanto en el nuevo destino; además, su forma de hablar con 1 acento distinto y con varios fallos gramaticales eran percibidos, desde su punto de vista, como “menos válidos”. Con ello, echaba mucho de menos el apoyo presencial de sus allegados y el sentimiento de desarraigo, añoranza, inseguridad, frustración y tristeza se iban poco a poco apoderando de ella...
Ester empezó a padecer síntomas de ansiedad relacionados con lo que llamamos el shock cultural; el proceso de emigrar a otro país requiere muchos niveles de adaptación que en ocasiones, pueden desbordar a la persona. Emigrar para estudiar o trabajar, aunque implique ir a buscar mejores oportunidades y pueda conllevar una emoción positiva inicial de ilusión, implica asumir una serie de procesos de duelo: dejar a los seres queridos atrás, a los amigos, dejar atrás el propio país, con sus calles, su disposición geográfica característica, dejar atrás costumbres cotidianas para adoptar nuevas culturas, dejar atrás el idioma, para aprender a expresarse y a moverse en uno distinto, dejar atrás alimentos característicos…es decir todo aquello que tenemos integrado de forma automática y que conforma, junto a otros aspectos, nuestro concepto de “yo”. Cuando nos exponemos a una nueva cultura para sumergirnos en ella durante un periodo extenso de tiempo, ese concepto de “yo” se ve tambaleado; es normal que tras la posible euforia inicial, aparezcan sentimientos de frustración, de soledad, de inseguridad, de añoranza y de tristeza; puede que aparezcan también sentimientos de rechazo hacia la nueva cultura o hacia su gente. Normalmente estos síntomas se presentan entre los 2 y los 6 meses de estancia en el nuevo país, y tienden a desaparecer tras un buen ajuste; en aquellos casos donde el proceso de adaptación no se hace correctamente, los síntomas pueden perdurar mucho más y provocar una vuelta a casa derrotadora.
¿Cómo asegurar que el proceso de adaptación vaya de la mejor manera posible?
- No desprecies ninguna oportunidad de hacer vida social y establecer nuevas amistades. Eso afianzará tu necesidad de pertenencia y te dará más seguridad.
- Comparte tus sentimientos e impresiones con tus compañeros, seguramente no eres el único que se siente así.
- Adopta costumbres de la nueva cultura, pero también integra en ella partes de la tuya; por ejemplo, cocina cosas que sean típicas de tu lugar de origen.
- Mantente al día en materia de noticias en prensa; eso te brindará la oportunidad de establecer más conversaciones y sentirte más parte de la comunidad local.
- En línea con lo anterior, evita mezclarte sólo con gente de fuera, cuanta más personas de origen local conozcas, más rápido de adaptarás.
Si tras intentar esto observas que tu proceso de adaptación está siendo muy difícil a nivel emocional, no dudes en contactarnos. Podemos ayudarte tanto a nivel presencial como online. También es importante destacar que, si previo al proceso de emigración existe alguna dificultad psicológica (un trastorno de ansiedad o un trastorno de alimentación, por ejemplo), dicha dificultad puede intensificarse con el estrés propio de la adaptación a otro país, por lo que es importante asegurar un buen seguimiento profesional del tema.
Para cualquier duda o pregunta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
¿Has pasado por la experiencia de estudiar o trabajar fuera? ¿Cómo fue tu proceso de adaptación?
¿Te estás planteando marcharte fuera a buscar nuevas oportunidades? ¿Cuáles son tus inquietudes?
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CENTRO ITAE
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Yo estoy estudiando en Londres desde 6 meses y de momento me encuentro bien, he hecho muchos amigos y aunque a veces estoy "homesick", sobretodo por la comida, lo llevo bien porque se que tomo un avion y enseguida me planto en casa!
ResponderEliminarYo llegué aqui desde Colombia, soy médico y encontrar trabajo acá esta dificil...estoy recien llegado y temo no poder encontrar nada...como puedo prevenir vernirme abajo?
ResponderEliminarQuerido Anónimo: Gracias por compartir tu experiencia. Seguramente saber que uno puede regresar a casa hace que la experiencia sea menos estresante. Sin embargo seguramente también el hecho de haber hecho amigos lo hace más fácil. Disfruta de tu experiencia! y no olvides tomar nota de los consejos si los necesitas en un futuro.
ResponderEliminarEstimado Kevin: Por lo que explicas tu situación puede ser muy estresante. De todas formas dices que acabas de llegar por lo que quizás te ayudaría entender que este proceso lleva algún tiempo. Como explicamos en el artículo, ir conociendo la cultura y ampliando tus relaciones sociales te ayudará a sentirte más a gusto y posiblemente hacer más llevadera la espera hasta conseguir un puesto de trabajo. Si quieres realizar cualquier consulta no dudes en llamarnos.