
El
sueño es un estado fisiológico en el que el nivel de vigilancia
está disminuido y el individuo reposa o descansa. En realidad, la
fisiología del sueño es tan compleja como la de la vigilia en su
regulación neurológica, endocrina, metabólica o
cardiorrespiratoria.
Entre
las funciones más destacadas del sueño podemos señalar las
siguientes:
- Restablecer almacenes de energía celular.
- Restaurar la homeostasis de sistema nervioso central y del resto de los tejidos.
- El sueño tiene un papel importante sobre los procesos de aprendizaje y memoria.
- Durante el sueño se tratan asuntos emocionales reprimidos.
El
sueño esta constituido por cuatro
ciclos (1,
2, 3-4 y REM) que suele tener una duración de entre noventa y cien
minutos. Estos ciclos se repiten entre cuatro o cinco ocasiones cada
noche. Durante la primera mitad, pasamos más tiempo en sueño
profundo, pero en la segunda predominan las fases 2 y REM.
Pero
cuantas horas tenemos que dormir?
Las
necesidades de sueño son muy variables según la edad y las
circunstancias individuales, pero se habla de que:
- Recién nacidos (0-3 meses): lo ideal es que duerman entre 14-17 horas cada día.
- Bebés (4-11 meses): se recomienda que duerman entre 12-15 horas.
- Niños pequeños (1-2): debe dormir entre 11 y 14 horas.
- Niños en edad preescolar (3-5): entre 10-13 horas sería lo adecuado.
- Niños en edad escolar (6-13): lo recomendable sería dormir entre 9 y 11 horas.
- Adolescentes (14-17): se debe dormir 10 horas.
- Adultos más jóvenes (18 a 25): el rango de sueño es de 7 a 10 horas al día.
- Adultos (26-64): lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas.
- Adultos mayores (de 65 años): lo saludable es descansar entre 7-8 horas al día.
No
dormir ocho horas cada noche no significa que usted esté poniendo su
salud en riesgo. Las diversas personas tienen diferentes necesidades
de sueño. Para algunas personas es suficiente 6 horas de sueño en
la noche, mientras que otras sólo se sienten bien si duermen entre
10 y 11 horas. pero también es cierto que el estado de sueño puede
sufrir alteraciones por motivos físicos o psíquicos, que ocasionen
trastornos potencialmente graves. El Insomnio
es
uno de los trastornos más frecuentes de nuestra sociedad. Los
expertos lo definen como la incapacidad para conciliar o mantener el
sueño, incluyendo el despertar precoz y el sueño no reparador.
Los
síntomas más comunes de las personas con insomnio son:
- Que pase mucho tiempo acostado antes de poder dormirse
- Que duerma solamente ratos cortos
- Que pase despierto gran parte de la noche
- Que sienta como si no hubiera dormido nada
- Que se despierte demasiado temprano
Lo
que provoca que:
- Se sienta cansado o se quede dormido durante el día.
- No se sienta renovado al despertar.
Las
personas que sufren de insomnio algunas veces están pensando de
forma vehemente en dormir. Pero cuanto más tratan de dormir, más
frustrados y desilusionados se sienten y conciliar el sueño se
vuelve más difícil. el insomnio se puede diferenciar en dos
tipos,
según la evolución:
- Transitorio: Si se produce durante un corto periodo de tiempo de duración, menor de 1 mes.
- Crónico: Si se prolonga más allá de un mes, pudiendo durar meses e incluso años.
Las
causas
del
insomnio pueden ser de causa médica, psiquiátrica, circadiana,
conductual o ambiental. Lo cierto es que es considerado mas un
síntoma que un trastorno, aunque también se puede presentar como
tal. Las causas principales son:
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Los malos hábitos del sueño o del estilo de vida, como acostarse a
una hora diferente cada noche, hacer siestas diurnas, trabajar turnos
de noche, no hacer suficiente ejercicio, utilizar aparatos
electrónicos (ver televisión, utilizar el ordenador o un
dispositivo telefónico) en la cama.
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El uso de algunos medicamentos y fármacos puede también afectar el
sueño, como el consumo de alcohol, tabaco, cafeína, algunos
medicamentos para el resfriado y píldoras para adelgazar. Ademas de
acostumbrarse al uso de ciertos tipos de medicamentos para dormir.
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Las cuestiones de salud mental, social y física pueden afectar los
patrones de sueño, como:
- Sentimientos de tristeza o de depresión (con frecuencia, el insomnio es el síntoma que hace que las personas con depresión busquen ayuda médica).
- Estrés y ansiedad, ya sea de corta o de larga duración. Para algunas personas, el estrés causado por el insomnio dificulta incluso más la conciliación del sueño.
- Trastorno bipolar.
- Glándula tiroides hiperactiva.
- Dolor o malestar físico.
- Levantarse por la noche para ir al baño.
Como
decíamos con anterioridad, en la mayoría de los casos, el insomnio
es un síntoma de otro trastorno ya existente más que una enfermedad
en sí misma; por lo tanto, a la hora de tratarlo, se debe actuar
sobre la causa que lo origina, y no solo sobre los síntomas. Sin
embargo, existe un tratamiento especifico, que consiste en 3 fases:
- Cambio de conductas, regularemos la hora de acostarse y levantarse. Es frecuente que los insomnes duerman hasta tarde por la mañana, que duerman siestas durante el día, o que simplemente pasen más tiempo en la cama para compensar su déficit de sueño.
- Cambio de pensamientos, la manera como la gente piensa sobre un problema concreto puede tanto aligerarlo como agravarlo.
- Reducción
de la activación,
reduciremos las actividades que interfieren en el sueño. El
objetivo principal es asociar la cama, hora de acostarse y entorno
del dormitorio con la sensación de relajación, somnolencia y
sueño, en lugar de con la frustración, la actividad y el insomnio.

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