lunes, 19 de octubre de 2015

ZZZ...Sueño e insomnio

Hoy vamos a hablar de algo que todos hacemos, no le damos importancia pero es tan importante como respirar y comer. Es imprescindible para la vida. Su calidad y cantidad afectan directamente a la salud del individuo. Efectivamente hablamos del Sueño.

El sueño es un estado fisiológico en el que el nivel de vigilancia está disminuido y el individuo reposa o descansa. En realidad, la fisiología del sueño es tan compleja como la de la vigilia en su regulación neurológica, endocrina, metabólica o cardiorrespiratoria.

Entre las funciones más destacadas del sueño podemos señalar las siguientes:

  • Restablecer almacenes de energía celular.
  • Restaurar la homeostasis de sistema nervioso central y del resto de los tejidos.
  • El sueño tiene un papel importante sobre los procesos de aprendizaje y memoria.
  • Durante el sueño se tratan asuntos emocionales reprimidos.

El sueño esta constituido por cuatro ciclos (1, 2, 3-4 y REM) que suele tener una duración de entre noventa y cien minutos. Estos ciclos se repiten entre cuatro o cinco ocasiones cada noche. Durante la primera mitad, pasamos más tiempo en sueño profundo, pero en la segunda predominan las fases 2 y REM.

Pero cuantas horas tenemos que dormir?

Las necesidades de sueño son muy variables según la edad y las circunstancias individuales, pero se habla de que:

  • Recién nacidos (0-3 meses): lo ideal es que duerman entre 14-17 horas cada día.
  • Bebés (4-11 meses): se recomienda que duerman entre 12-15 horas.
  • Niños pequeños (1-2): debe dormir entre 11 y 14 horas.
  • Niños en edad preescolar (3-5): entre 10-13 horas sería lo adecuado.
  • Niños en edad escolar (6-13): lo recomendable sería dormir entre 9 y 11 horas.
  • Adolescentes (14-17):  se debe dormir 10 horas.
  • Adultos más jóvenes (18 a 25): el rango de sueño es de 7 a 10 horas al día.
  • Adultos (26-64): lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas.
  • Adultos mayores (de 65 años): lo saludable es descansar entre 7-8 horas al día.


No dormir ocho horas cada noche no significa que usted esté poniendo su salud en riesgo. Las diversas personas tienen diferentes necesidades de sueño. Para algunas personas es suficiente 6 horas de sueño en la noche, mientras que otras sólo se sienten bien si duermen entre 10 y 11 horas. pero también es cierto que el estado de sueño puede sufrir alteraciones por motivos físicos o psíquicos, que ocasionen trastornos potencialmente graves. El Insomnio es uno de los trastornos más frecuentes de nuestra sociedad. Los expertos lo definen como la incapacidad para conciliar o mantener el sueño, incluyendo el despertar precoz y el sueño no reparador.

Los síntomas más comunes de las personas con insomnio son:
  • Que pase mucho tiempo acostado antes de poder dormirse
  • Que duerma solamente ratos cortos
  • Que pase despierto gran parte de la noche
  • Que sienta como si no hubiera dormido nada
  • Que se despierte demasiado temprano

Lo que provoca que:
  • Se sienta cansado o se quede dormido durante el día.
  • No se sienta renovado al despertar.

Las personas que sufren de insomnio algunas veces están pensando de forma vehemente en dormir. Pero cuanto más tratan de dormir, más frustrados y desilusionados se sienten y conciliar el sueño se vuelve más difícil. el insomnio se puede diferenciar en dos tipos, según la evolución:

  • Transitorio: Si se produce durante un corto periodo de tiempo de duración, menor de 1 mes.
  • Crónico: Si se prolonga más allá de un mes, pudiendo durar meses e incluso años.

Las causas del insomnio pueden ser de causa médica, psiquiátrica, circadiana, conductual o ambiental. Lo cierto es que es considerado mas un síntoma que un trastorno, aunque también se puede presentar como tal. Las causas principales son:

-- Los malos hábitos del sueño o del estilo de vida, como acostarse a una hora diferente cada noche, hacer siestas diurnas, trabajar turnos de noche, no hacer suficiente ejercicio, utilizar aparatos electrónicos (ver televisión, utilizar el ordenador o un dispositivo telefónico) en la cama.

-- El uso de algunos medicamentos y fármacos puede también afectar el sueño, como el consumo de alcohol, tabaco, cafeína, algunos medicamentos para el resfriado y píldoras para adelgazar. Ademas de acostumbrarse al uso de ciertos tipos de medicamentos para dormir.

-- Las cuestiones de salud mental, social y física pueden afectar los patrones de sueño, como:
  • Sentimientos de tristeza o de depresión (con frecuencia, el insomnio es el síntoma que hace que las personas con depresión busquen ayuda médica).
  • Estrés y ansiedad, ya sea de corta o de larga duración. Para algunas personas, el estrés causado por el insomnio dificulta incluso más la conciliación del sueño.
  • Trastorno bipolar.
  • Glándula tiroides hiperactiva.
  • Dolor o malestar físico.
  • Levantarse por la noche para ir al baño.

Como decíamos con anterioridad, en la mayoría de los casos, el insomnio es un síntoma de otro trastorno ya existente más que una enfermedad en sí misma; por lo tanto, a la hora de tratarlo, se debe actuar sobre la causa que lo origina, y no solo sobre los síntomas. Sin embargo, existe un tratamiento especifico, que consiste en 3 fases:

  • Cambio de conductas, regularemos la hora de acostarse y levantarse. Es frecuente que los insomnes duerman hasta tarde por la mañana, que duerman siestas durante el día, o que simplemente pasen más tiempo en la cama para compensar su déficit de sueño.
  • Cambio de pensamientos, la manera como la gente piensa sobre un problema concreto puede tanto aligerarlo como agravarlo.
  •  Reducción de la activación, reduciremos las actividades que interfieren en el sueño. El objetivo principal es asociar la cama, hora de acostarse y entorno del dormitorio con la sensación de relajación, somnolencia y sueño, en lugar de con la frustración, la actividad y el insomnio.

De modo resumido podríamos decir que dormimos para poder estar despiertos por el día y que, precisamente porque estamos despiertos y activos durante el día necesitamos dormir. El sueño es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia. Todo lo que pasa en el cuerpo humano guarda un equilibrio, y si falla este equilibrio el organismo tratará por todos los medios de volver a recuperarlo. Por eso si tienes problemas de insomnio no dudes en buscar ayuda.


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viernes, 18 de septiembre de 2015

UNIDAD DE PSICOCARDIOLOGÍA DEL CENTRO ITAE

En la actualidad cada vez se detectan más enfermedades cardiacas; el colesterol, el estrés y el tabaco, entre otros, son factores de riesgo cardiovascular que aumentan el riesgo de poder padecer en algún momento de la vida una cardiopatía.

Des de la Unidad de Psicocardiología del Centro ITAE, ayudamos a los pacientes a reducir los factores de riesgo cardiovascular mediante la intervención sobre los hábitos alimentarios, la actividad física y la gestión del estrés; con ello, ayudamos a las personas que han padecido una cardiopatía, a mejorar su calidad de vida y a disminuir las probabilidades de presentar otro posible episodio coronario. La intervención psicocardiológica ayuda al paciente a disminuir la ansiedad y el miedo hacia la muerte y brinda las herramientas necesarias para afrontar la situación con mayor fuerza y mejor estado de ánimo.

El pasado jueves 17 de Setiembre la Unidad de Psicocardiología del Centro ITAE, participó en colaboración con el Hospital de Vall d’Hebron en la jornada:” Consumo de oxígeno” realizada en el Hospital de Bellvitge

En la jornada se realizaron diferentes ponencias en el ámbito de la rehabilitación cardiológica. El Dr. Armengol, cardiólogo del Hospital de Vall d’Hebron, presentó los resultados obtenidos en el proyecto de rehabilitación psicocardiológica que dirige en colaboración con el Centro Itae, y en el que se destacó la mejora significativa de los niveles de ansiedad y depresión de los pacientes después del tratamiento grupal.


La Unidad de Psicocardiología del Centro ITAE participa en este proyecto realizando tratamiento terapéutico grupal a los pacientes post infarto, obteniendo resultados muy favorables, en los que se observa una mejoría significativa de los niveles de ansiedad y depresión de los pacientes después del tratamiento psicológico.



Si has tenido un infarto o tienes algún familiar con una cardiopatía, no dudes en contactar con la Unidad de Psicocardiología del Centro ITAE. Podemos ayudarte a abordar todas aquellas ansiedades y miedos derivados de la enfermedad.



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lunes, 16 de febrero de 2015

MINDFULNESS

Vivimos en una sociedad rápida, en la que debemos atender muchas cosas a la vez sin apenas tiempo para parar. Gran parte del día a día vamos con el “piloto automático”, funcionando de forma mecánica y sin darnos cuenta de lo que hacemos o experimentamos. Por este motivo es necesario aprender a ser capaces de parar y centrarnos y prestar atención al presente.

Mindfulness, de origen budista y adaptado a la psicoterapia actual, trata sobra la meditación en la atención plena, concretamente se basa en centrar la atención en cualquier experiencia del presente, del aquí y ahora, sin juzgarla. El objetivo de la meditación en Atención plena no es la calma mental ni centrarse en nada específico, sino aceptar sin reaccionar a lo que aparece en el campo mental.

Puntos clave en Mindfulness:
·  Foco en el AHORA
·  No se centra en el pasado
·  No se centra en el futuro
·  Incita a una apertura a la experiencia
·  Se basa más en la aceptación de lo que está sucediendo que en el  cambio
·  Respiración
·  Postura
·  Exploración corporal (body scan)

El mindfulness radica en centrarse y sentir las cosas tal y como suceden, sin buscar su control. No se centra en un pensamiento para cambiarlo por otro positivo. Se centra  en un pensamiento o actividad, la que se proponga, en sí misma, sin ánimo de control sobre ella, con la intención de aceptar las experiencias y sensaciones tal y como son, aceptando la situación tal y como es, permitiendo así, vivir la experiencia sin juzgarla por cómo debería ser o como me gustaría que fuese y vivirla tal y como es.

Beneficios del mindfulness:

·   Aumento de la producción de anticuerpos
·   Mejora de la regulación emocional
·   Mejora de problemáticas médicas (cefaleas, dolores, insomnio...)
·   Disminución de  la evitación experiencial
·   Aumento de los estados de ánimo positivos (PRESENTE)

El Mindfulness es considerado desde diversas perspectivas como un fin en sí mismo, como una filosofía de vida o modo de vivir la vida. Desde esta óptica se considera el Mindfulness como un tipo de meditación presente en la cultura oriental y en el budismo en particular, el ideal Zen de vivir el momento presente. 


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