sábado, 9 de junio de 2012

Salir del armario

Sara es una mujer de 37 años, divorciada desde hace dos años y  madre dos niños de 8 y 6 años de edad. Tiene su propio negocio de reformas, que ha heredado de sus padres y con el que se siente realizada. Y desde hace algunos meses, está saliendo con una mujer, pero ni siquiera sus amigos más íntimos lo saben.

Cuando Sara acude a nuestro centro, está algo desorientada con su sexualidad, pero además, le preocupa que la posibilidad de ser homosexual pueda tener consecuencias negativas en su vida. Por otro lado, le acechan un montón de dudas normales: ¿Es necesario que lo explique a mi familia y mis amigos? ¿Cómo lo hago? ¿Cuándo lo hago?

La homosexualidad es una orientación sexual que se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia personas del mismo sexo. Por ahora, no se conocen las causas de la orientación sexual de las personas; algunas teorías apuntan a que es innata, pero por ahora no se conoce con precisión el papel que juega la herencia genética, ni la influencia de las experiencias vividas en la infancia, la relación con los padres, etc.  

El hecho de dar a conocer la propia homosexualidad, se llama coloquialmente salir del armario. Salir del armario no es fácil, ya que es un acontecimiento que tendrá consecuencias importantes en la vida. Reconocer la homosexualidad puede generar un cambio en la percepción de la gente sobre la persona homosexual (para bien o para mal) y puede generar también un cambio en las relaciones con la familia o los amigos (pueden convertirse en relaciones más sinceras y naturales, o se pueden enfriar; según la reacción de cada persona).

¿Hay que salir del armario?
Esta pregunta no tiene una respuesta universal, es decir, es cada persona y sus circunstancias lo que nos indicará si es adecuado o no salir del armario. Si la persona se encuentra cómoda ocultando su homosexualidad y no tiene la necesidad de decirlo, no tiene por qué sentirse obligada, pero si ocultarlo no le permite sentirse feliz y libre, y acaba siendo más una molestia que un alivio, es mejor que lo explique. Para salir de dudas, es bueno preguntarse por qué se quiere salir del armario; si las respuestas van encaminadas hacia encontrar la tranquilidad y la felicidad de uno mismo, es el momento de hacerlo.

¿Cómo hacerlo?
Para salir del armario es preciso prepararse psicológicamente para ello, y también es imprescindible tener clara la orientación sexual. Es importante pensar en las consecuencias y en todas las posibilidades que se pueden dar, y es necesario hacerlo en un momento en que la persona se encuentre emocionalmente fuerte, animada y con energía. Existen diversas posibilidades, como que la gente responda que ya se lo imaginaba, o que se sorprenda pero responda bien, o que responda con rechazo. No se puede esperar que todo el mundo responda positivamente en un primer momento, y hay que entender que el hecho de que haya reacciones negativas no significa falta de amor hacia la persona que sale del armario, sino que más bien indica que hay unos prejuicios que se tienen que superar.
Antes de hacerlo público, puede ayudar el hecho de hacer una “prueba” con una persona de confianza; además, tener a una persona que ya lo sepa puede ser una buena ayuda para sentirse apoyado de cara a las siguientes situaciones en que se vaya a revelar.

Qué NO hacer.
  • No es recomendable salir del armario sin haber preparado previamente la situación. No es bueno explicarlo como respuesta a una circunstancia concreta, como una discusión, dado que las explicaciones no serán adecuadas y estarán sesgadas por la situación que se vive en ese momento.
  • No es aconsejable salir del armario presentando a una pareja, ya que se tendrán que asumir dos cosas en el mismo momento: la homosexualidad y la pareja. Es mejor ir paso a paso y dar tiempo al entorno para asimilar la información.
  • No todo tiene que girar alrededor de la orientación sexual, hay más cosas en la vida, por lo que no es bueno destinar toda nuestra energía a este hecho y olvidarse de las otras cosas importantes. Además, lo principal es que sigues siendo la misma persona.

Como hemos visto, dar a conocer la propia homosexualidad no es fácil y puede provocar cierto estrés emocional. Si es tu caso y estás pasándolo mal, no dudes en consultar a un profesional experimentado en el tema para que pueda ayudarte.

Cuéntanos:

  • ¿Eres homosexual y has salido del armario? 
  • ¿Cómo ha sido tu experiencia?
  • ¿Eres homosexual y no te atreves a salir del armario?
  • ¿Cómo lo vives? 
Para más información: CENTRO ITAE 
T 902 100 006 

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