Cuando Sergio y Marta comenzaron a salir, las amigas de ella sentían envidia. Sergio era inteligente, sensible, divertido, y muy guapo. Durante los primeros meses, ella parecía feliz. Sin embargo, sus amigas y su familia empezaron a extrañarse de que Marta pasara más tiempo con Sergio y menos con los demás. A Marta esto le parecía más sencillo que enfrentar las interminables preguntas de Sergio, ya que éste se mostraba excesivamente preocupado por todo lo que hacía ella en cada momento del día.
Las amigas de Marta llegaron a preocuparse cuando la conducta de ella empezó a cambiar. Marta perdió el interés por cosas que antes le gustaban, como salir de compras con ellas, o practicar deporte, y se convirtió en una chica más reservada. Sus amigas le preguntaban si tenía algún problema, pero sólo respondía “todo va bien”.
Éste es un típico caso de cómo una relación puede llegar a convertirse en abusiva. ABUSIVA con respecto a los derechos de una persona a llevar a cabo las actividades que le gustan o tener las amistades que desee, a expresar lo que piensa o siente, en definitiva, a seguir siendo la persona que siempre había sido.
La principal dificultad de estos casos es que el problema no es tan evidente, ni para las personas del entorno de la persona abusada, ni para la propia víctima. Las personas que forman parte de estas relaciones en ocasiones confunden el “maltrato” con sentimientos intensos de preocupación y cuidado, llegando incluso a considerar halagadora la conducta controladora del otro y el exceso de celos. Nada más lejos de la realidad, el amor implica respeto y confianza.
El maltrato puede ser físico, emocional, o sexual, pero en este artículo nos centraremos en el emocional, ya que es el menos evidente, y el que probablemente más consecuencias psicológicas negativas conlleve. Como se ha indicado, el maltrato emocional se caracteriza por conductas y actitudes difíciles de detectar, incluso para la propia persona que lo padece. A continuación, se detallan características, tanto de una relación abusiva donde predomina el maltrato, como de una relación saludable, y respetuosa para ambos miembros de la pareja.
Señales de una relación ABUSIVA:
- Abuso emocional: Ofender al otro, insultar, humillar, o hacerle sentir culpable.
- Aislamiento: Controlar las actividades del otro, dónde va, con quien puede hablar o quedar, limitando su vida social, bajo el pretexto de los celos.
- Desvalorizar, negar o culpar: No tomarse en serio las preocupaciones del otro hacia la situación de la pareja, y hacerle sentir culpable de ello.
- Manipulación de los hijos: Hacer sentir culpable al otro por la actuación de los hijos, o usarlos como intermediarios en las discusiones.
- Abuso económico: No dejar que el otro trabaje, darle una mensualidad, quitarle dinero, o no informar de los ingresos familiares.
- Privilegio masculino: Actitud machista con respecto a los “deberes” de la mujer con las tareas domésticas.
- Amenazas: Asustar al otro con amenazas de hacerle o hacerse daño a si mismo si se rompe la pareja.
- Intimidación: Provocar miedo a través de las miradas, acciones, y gestos, o rompiendo objetos.
Señales de una relación SALUDABLE:
- Negociación justa: Ante un conflicto se buscan soluciones que beneficien a ambas partes. Aceptar cambios. Estar dispuesto a llegar a acuerdos.
- Conducta no amenazante: Hablar de tal manera que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos expresando lo que piensan o sienten.
- Respeto: Escuchar sin juzgar, valorar las opiniones del otro.
- Confianza y apoyo: Respetar el trabajo del otro, así como sus actividades, amistades, etc.
- Honestidad y responsabilidad: Aceptar las consecuencias de las propias actitudes y actuaciones. Aceptar las equivocaciones y disculparse.
- Asumir la responsabilidad paterna: Asumir la responsabilidad de la educación de los hijos, e intentar ser un modelo de respeto para ellos.
- Responsabilidad compartida: Compartir equitativamente tanto las tareas domésticas, como la toma de decisiones.
- Economía compartida: Tomar juntos las decisiones económicas, y asegurarse que benefician a ambas partes.
Frecuentemente, las personas que forman parte de una relación abusiva, creen que están solas, que nadie de su entorno las entenderá y apoyará. Si crees que puedes estar sufriendo maltrato emocional o psicológico, es vital que te comuniques con la gente que te apoya y te quiere, ya que ellos pueden ayudarte a salir de la situación. Aún así, lo más adecuado es contar con la ayuda de profesionales especializados en el tema, no sólo a nivel jurídico, sino también a nivel psicológico, porque es difícil identificarse como víctima de malos tratos, pero aún es más complicado aceptarlo y poner los medios necesarios para terminar con esa relación abusiva, ya que dicho paso requiere renovar tus creencias sobre lo que es una pareja sana, lo que mereces o no, y lo que puedes conseguir en la vida. En definitiva, fortalecer tu autoestima y saber que puedes hacerlo.
Cuéntanos:
- ¿Te identificas con alguna de las señales de una relación abusiva?
- ¿Sientes que estás muy enamorado/a, pero frecuentemente también sientes miedo por la reacción de tu pareja?
- ¿Crees que tu libertad se ve coartada por los celos de tu pareja?
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